Bibl. Univ., Nueva Época, Vol. III, No. 1, enero - junio del 2000
Cooperación interbibliotecaria internacional : ejemplos actuales y expectativas para el futuro
Daniel Mattes
Universidad Anáhuac
1. Introducción
Durante miles de años, la biblioteca ha existido en diferentes formas como una institución que responde a las necesidades de la sociedad de conservar los conocimientos y facilitar acceso a los mismos. Debido a la ya famosa "explosión de la información" y el desarrollo de nuevas tecnologías, la biblioteca sufrió cambios fundamentales en su operación y organización durante el Siglo XX, sobre todo durante la segunda mitad de ese período. No hay motivo para pensar que esos cambios han llegado a un fin. Al contrario, el aumento de la información disponible en formatos electrónicos y a través de la World Wide Web ha motivado a muchos dentro y fuera de la carrera bibliotecaria a preguntarse si la biblioteca tiene un futuro.
Sin embargo, en el mismo momento que surgen preguntas fundamentales sobre el futuro papel de la biblioteca y el bibliotecólogo, sigue aumentando la publicación de libros y revistas impresos. En un artículo sobre el desarrollo de colecciones en la época digital que se publicó en 1997, Edward Shreeves observa que la mayoría de las bibliotecas académicas todavía gastan 90% o más de su presupuesto de adquisiciones en material impreso, material micro-filmado y formatos similares.(1) Nadie duda que esta situación está cambiando. Cada vez hay más bases de datos y catálogos en línea disponibles por la World Wide Web; nuestros usuarios exigen tener acceso a esta información desde sus oficinas y hogares, y no únicamente dentro de la biblioteca. Hay también cada vez más revistas electrónicas e información disponible en formatos de multimedia. Asimismo, cada vez más alumnos participan en programas de educación a distancia con el reclamo justo de tener acceso a la misma información que utilizan los alumnos presenciales. Sin embargo, éstos y otros fenómenos no deberán verse como amenazas, sino como retos y oportunidades para crecimiento y mejoramiento.
Para poder cumplir con los requerimientos de sus usuarios, la cooperación interbibliotecaria es una estrategia cada vez más importante. Sea por medio de arreglos informales o consorcios con metas bien definidas, las bibliotecas están utilizando la cooperación interbibliotecaria más frecuentemente y más eficazmente para responder a las necesidades de sus usuarios. Esta cooperación que anteriormente existía únicamente a nivel local o regional, ahora funciona con mayor frecuencia a nivel internacional. En el presente estudio se hablará sobre la naturaleza de los consorcios y se analizarán unos ejemplos específicos de cooperación interbibliotecaria, tales como, el Grupo AMIGOS, el Programa de Préstamo Interbibliotecario Transfronterizo del Foro Transfronterizo de Bibliotecas, la Biblioteca Regional de Medicina (BIREME) que funciona desde Brasil, el Ibero-American Science and Technology Education Consortium (ISTEC), el On-Line Computer Library Center (OCLC), el Research Library Group (RLG) y el International Coalition of Library Consortia (ICOLC). Finalmente, se harán algunos comentarios sobre lo que se puede esperar en el futuro en cuanto a la cooperación interbibliotecaria.
2. Cooperación interbibliotecaria
Las bibliotecas académicas tienen una historia larga de compartir recursos por medio de proyectos cooperativos. La idea básica que promueve este tipo de cooperación es que un grupo de bibliotecas cuenta con más recursos que cualquier biblioteca individual puede tener. Cabe comentar, como indicó Potter, que hasta las bibliotecas chicas tienen materiales únicos que enriquecen este tipo de cooperación.(2) El aumento de la información disponible por la World Wide Web hace este tipo de cooperación cada vez más práctica.
Hay tres diferentes aspectos de la cooperación interbibliotecaria para compartir recursos: el acceso bibliográfico, el préstamo interbibliotecario y el desarrollo cooperativo de colecciones. El acceso bibliográfico actualmente se refiere a la posibilidad de compartir información sobre los acervos de diferentes bibliotecas por medio de sistemas automatizados e Internet. El préstamo interbibliotecario y la entrega de documentos son aspectos fundamentales en la cooperación interbibliotecaria. Potter comentó que es de conocimiento general que es indispensable contar con un sistema efectivo para entregar información para que un proyecto cooperativo sea exitoso.(3) El desarrollo cooperativo de colecciones permite que las bibliotecas como grupo cuenten con materiales sobre más áreas de conocimiento, así como materiales más especializados. Sin embargo, no es tan fácil realizar con éxito un proyecto cooperativo de desarrollo de colecciones, ya que frecuentemente hay conflictos entre las necesidades de las bibliotecas individuales y las necesidades del grupo.
Para compartir recursos, se han formado consorcios con diferentes tipos de organización. Allen y Hirshom dividen los consorcios que existen en E.U. en 4 grupos: Federaciones con una organización flexible y descentralizada; redes de bibliotecas de diferentes tipos y de diferentes estados geográficos; federaciones con una organización bien definida y consorcios de bibliotecas de un estado de la Unión Americana con recursos financieros centralizados.(4) Los autores comentan que los 2 primeros tipos de consorcios normalmente no cuentan con tanto éxito debido a la falta de objetivos en común y una autoridad central; las federaciones con una organización bien definida y los consorcios de bibliotecas de un estado con recursos financieros centralizados cuentan con más éxito por contar con una autoridad central, personal que se dedica a coordinar las actividades del consorcio y objetivos comunes.(5)
Durante la última década, las nuevas tecnologías han promovido el aumento de consorcios de todos tipos, dando la posibilidad de compartir recursos de diferentes tipos al nivel local, estatal, regional o internacional. De hecho, frecuentemente una biblioteca participa en varios consorcios que tienen objetivos diferentes.(6) En las siguientes secciones estudiaremos varios grupos y consorcios que están utilizando las nuevas tecnologías para compartir recursos al nivel internacional.
3. Ejemplos de cooperación interbibliotecaria
a. El Grupo AMIGOS
La Red de Cooperación México-Estados Unidos, conocido como el Grupo AMIGOS, es tal vez el programa de cooperación interbibliotecaria más conocido en México. Este programa empezó el 1° de septiembre de 1989 con un período de prueba de 6 meses. Dentro de las bibliotecas mexicanas que iniciaron este programa se incluyen la de El Colegio de México, la Universidad de las Américas en Puebla, la Universidad Iberoamericana, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Estado de México, el Instituto Tecnológico Autónomo de México, la Universidad Internacional, así como, la Biblioteca Benjamín Franklin. Entre las 21 bibliotecas norteamericanas que iniciaron este programa se incluyen las bibliotecas de la University of Texas at Austin, University of Arizona, Arizona State University, University of New Mexico, Texas A&M University y la University of Texas at El Paso.
Este programa se estableció para facilitar el préstamo de libros, material microfilmado y artículos de revistas entre bibliotecas de Estados Unidos y de México. El programa tiene los siguientes propósitos:
"Promover y aumentar investigaciones académicas para facilitar el intercambio de información académica entre los dos países", y "Mejorar la vinculación entre las comunidades bibliotecarias y de investigación en ambos países".(7)
La biblioteca de la University of Texas en El Paso (UTEP) coordina el programa en Estados Unidos.
Durante los cinco primeros años, la biblioteca del ITAM coordinó el programa en México; la Biblioteca "Daniel Cosío Villegas" de El Colegio de México, ha coordinado el programa durante los últimos años. La Biblioteca Benjamín Franklin apoya el programa con un servicio especial de correo.
La prueba piloto fue tan exitosa que en marzo de 1990 se recomendó que fuera un programa permanente en donde se incluyera el préstamo de materiales sobre las ciencias y la tecnología, además del material de las ciencias sociales y las humanidades.(8) En 1990, 4 bibliotecas norteamericanas se integraron al grupo. La biblioteca del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y el Instituto de Investigaciones Históricas "Dr. José Ma. Luis Mora" se integraron posteriormente.
Este programa exitoso ha utilizado el fax y Ariel para facilitar el envío de documentos. Asimismo, por medio de la biblioteca de la University of Texas en El Paso se ha podido localizar materiales por medio de la base de datos cooperativa de OCLC, el On-Line Computer Library Center. En recientes años el Grupo se ha apoyado con el acceso remoto a los catálogos en línea que es posible por medio de Internet y la World Wide Web.
b. El foro transfronterizo de bibliotecas
Cabe mencionar un proyecto similar que se estableció más recientemente para facilitar el préstamo interbibliotecario entre otro grupo de bibliotecas académicas mexicanas y bibliotecas académicas de Estados Unidos. Debido a las limitaciones en cuanto al crecimiento del Grupo AMIGOS, en el V y en el VI Foros Transfronterizos de Bibliotecas que se realizaron en la Ciudad de México y en Tucson, respectivamente, varios bibliotecarios expresaron interés en formar un nuevo grupo para facilitar el préstamo interbibliotecario entre Estados Unidos y México. En el VI Foro Transfronterizo de Bibliotecas, el Mtro. Robert Seal de Texas Christian University y el Mtro. Daniel Mattes de la Universidad Anáhuac, presentaron una "Propuesta para la Creación de un Grupo de Trabajo sobre el Préstamo Interbibliotecario entre Estados Unidos y México".(9) Con base en la respuesta positiva que se recibió a dicha propuesta, el Mtro. Seal y el Mtro. Mattes presentaron el documento "Lineamientos recomendados para el préstamo interbibliotecario transfronterizo"(10) en el VII Foro Transfronterizo de Bibliotecas que se realizó en Ciudad Juárez en 1997, se estableció así el Proyecto Piloto de Préstamo Interbibliotecario Transfronterizo entre México y Estados Unidos. A través de un proyecto que ahora es un programa permanente, 11 bibliotecas norteamericanas y 28 bibliotecas mexicanas prestan artículos de revistas entre sí por medio de fax y el paquete Ariel.
c. BIREME, la biblioteca regional de medicina
Si la necesidad de contar con información actualizada es importante para alumnos y maestros universitarios, dicha necesidad es aun más imperiosa en el ámbito médico. Por lo mismo, las bibliotecas médicas frecuentemente se encuentran en la vanguardia en cuanto al uso de nuevas tecnologías y el establecimiento de mecanismos para compartir recursos.
En 1967 se estableció la Biblioteca Regional de Medicina (BIREME), por medio de un convenio entre la Organización Panamericana de Salud (OPS) y el Gobierno de Brasil. (Posteriormente el nombre se cambió al Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud). BIREME tiene la misión de apoyar el mejoramiento de la enseñanza, investigación y atención a la salud en los países de América Latina y del Caribe, mediante el establecimiento y coordinación del Sistema Latinoamericano y del Caribe de Información Científica de la comunidad de profesionales de salud. (Ver http://www.bireme.br).
Entre otras labores, BIREME produce una serie de bases de datos. Tal vez la más conocida es LILACS, Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud. LILACS es una base de datos cooperativa del sistema BIREME que indiza publicaciones sobre ciencias de la salud que se han publicado en América Latina y el Caribe desde 1982. Indiza artículos de cerca de 670 revistas, así como tesis, capítulos de libros, memorias de conferencias, informes técnicos y publicaciones gubernamentales. Actualmente contiene más de 150,000 registros.
Desde abril de 1998 BIREME, en cooperación con los Centros Coordinadores Nacionales de los diferentes países de la región, ha estado trabajando en crear una Biblioteca Virtual en Salud. Las fuentes de información accesibles por la Biblioteca Virtual de Salud se generan, se actualizan, se almacenan y se operan en Internet por productores e intermediarios de modo descentralizado y obedeciendo metodologías comúnes para su integración en la Biblioteca Virtual en Salud.
d. Ibero-American Science and Technology Education Consortium (ISTEC)
El acceso a información actualizada de los campos científicos y técnicos es indispensable para el desarrollo de un país. Proveedores de revistas electrónicas y bases de datos han facilitado el acceso a dicha información, pero su costo elevado prohibe su acceso general de parte de las instituciones de educación superior de muchos países.
El Ibero-American Science and Technology Education Consortium (ISTEC) se formó en 1990 para dar una solución a éste y otros problemas que enfrentan los países de América Latina. (Ver http://www.istec.org.) ISTEC actualmente cuenta con más de 50 socios, mismos que son principalmente universidades de Estados Unidos y 15 países latinoamericanos. La oficina central de ISTEC se encuentra en la Facultad de Ingeniería de la University of New Mexico; también hay oficinas en la Universidad de Vigo (España) y la Universidade Estadual de Campinas en Brasil.
Las principales actividades de ISTEC se agrupan en los siguientes 4 proyectos:
1. Investigación y desarrollo en el diseño e instalación de laboratorios;
2. Educación continua;
3. "Los Libertadores", un proyecto para formar una red computacional que facilita la comunicación entre investigadores, maestros, líderes políticos y científicos.
4. Un proyecto que se llama "Library Linkages," o ligas interbibliotecarias, para apoyar actividades que permiten compartir información a nivel regional. (11)
Este último proyecto promueve la entrega de documentos sin costo por el paquete Ariel. Normalmente estos documentos son de los acervos de las bibliotecas de la University of New Mexico, o se consiguen por medio de las bases de datos de texto completo que tienen dichas bibliotecas; cabe comentar que en los últimos años se ha visto un aumento en el número de documentos que facilitan las bibliotecas de otros socios.
Es importante señalar que ISTEC es más que un proyecto de préstamo interbibliotecario, ya que tiene como objetivo promover el desarrollo regional. Asimismo, los socios de ISTEC esperan promover la indización de la literatura científica latinoamericana de parte de los proveedores de Estados Unidos, Europa y el Lejano Oriente. (12)
e. OCLC, on-line Computer Library Center
Tal vez el proyecto de cooperación interbibliotecaria más grande del mundo es oclc (Ver http://www.oclc.org.) Este consorcio se formó en 1967 para que las bibliotecas universitarias del estado norteamericano de Ohio pudieran compartir registros catalográficos, pero pronto se integraron bibliotecas de otras partes de Estados Unidos e inclusive, de otros países, para participar en una serie de proyectos con objetivos que incluyen la entrega rápida de documentos y el préstamo interbibliotecario automatizado.
Aquí no se puede contar en detalle la ya conocida historia de OCLC, pero este estudio de cooperación interbibliotecaria no sería completo sin mencionar este megaconsorcio. Para subrayar la importancia de oclc, basta mencionar algunas cifras. OCLC actualmente brinda servicio a más de 34,000 bibliotecas en 67 países y territorios. Aunque la mayoría de estas bibliotecas son de Estados Unidos, más de 4,000 bibliotecas de otros países son socios. Las bibliotecas participantes añaden 700,000 ítems a la base de datos catalográfica de OCLC semanalmente; asimismo, se añaden 40,000 nuevos registros a dicha base de datos en el mismo período.(13)
Cabe mencionar que hay un sinfín de artículos en las revistas profesionales de bibliotecología sobre OCLC y su impacto en las bibliotecas, ya que oclc se ha mantenido en la vanguardia en cuanto al uso de nuevas tecnologías en las bibliotecas.
f. Association of research Libraries (ARL)
La Association of Research Libraries (ARL) agrupa 122 de las bibliotecas académicas más grandes de los Estados Unidos. (Ver http://arl.cni.org) Entre los muchos proyectos importantes que realiza este grupo, se incluyen proyectos para facilitar acceso a información no disponible en bibliotecas norteamericanas por medio del uso de las nuevas tecnologías. Para hacer posible este tipo de proyecto, la ARL ha fortalecido relaciones interbibliotecarias a nivel internacional.
El Global Resources Program es tal vez el esfuerzo más grande que ha realizado esta asociación para facilitar acceso a información no disponible en bibliotecas norteamericanas. Las metas principales de este programa son los siguientes: Mejorar el acceso a fuentes de información extranjeras para investigadores y alumnos, especialmente por medio de organizaciones cooperativas que utilizan las nuevas tecnologías y ayudar a las bibliotecas a minimizar los costos que implica tener acceso a dichas fuentes de información. (14)
Como la publicación de información en formatos impresos sigue aumentando, el Global Resources Program está utilizando una serie de estrategias para brindar acceso a dicha información, incluyendo las siguientes:
• Proporcionar fondos para iniciar 6 proyectos regionales para brindar acceso a información de África, Alemania, Japón, América Latina, Asia del Sur y Asia del Sureste.
• Centralizar la información sobre convenios entre bibliotecas de la ARL y de otros países.
• Ayudar en crear nuevos modelos para reclutar y capacitar a especialistas en diferentes áreas geográficas.(15)
El Latin Americanist Research Resources Project es un buen ejemplo de lo que se espera lograr con este Programa. 43 bibliotecas participan en el proyecto para facilitar el acceso a información latinoamericana. Para poder contar con información más especializada de América Latina, se pide que las bibliotecas participantes reasignen $3,000.00 dólares ó 7% de su presupuesto para la adquisición de material latinoamericano para fortalecer un área ya de interés especial de la institución. Con esto se espera que las bibliotecas participantes eviten más duplicidad en la adquisición de material latino-americano y que cuenten con información más especializada y variada.(16)
Otro aspecto del proyecto para facilitar acceso a información que se publica en América Latina, es un proyecto para digitalizar las tablas de contenidos de revistas académicas que se publican en América Latina y que no se indizan en bases de datos ya existentes. Además de poder realizar búsquedas en este sistema, los investigadores también pueden solicitar en línea el material en préstamo interbibliotecario, mismo que les llegará por el paquete Ariel.(17)
Estos breves comentarios sirven para dar una idea de cómo las nuevas tecnologías facilitan el acceso a información sin tomar en cuenta su ubicación geográfica.
g. International Association of Library Consortia (ICOLC)
Este último grupo es un ejemplo de la tendencia actual de formar megaconsorcios. La International Association of Library Consortia (ICOLC) se estableció en 1997 y al principio tenía el nombre Consortium of Consortia (COC). (Ver http://www.library.yale.edu/consortia/). A mediados de 1998, ICOLC contaba con 79 socios que representan consorcios de bibliotecas de Estados Unidos, el Reino Unido, Holanda, Australia, Canadá, Israel, China, Dinamarca, África del Sur, Grecia, Italia, Suecia, Bélgica, Nueva Zelanda y otros países.
Los consorcios que son integrantes de ICOLC, han tomado un interés especial en tratar de limitar el costo de información disponible en formatos electrónicos. En marzo de 1998 ICOLC publicó una declaración en la que se indican los factores que deben de tomar en cuenta las bibliotecas al adquirir información en formatos electrónicos y se aclara lo que las bibliotecas esperan de los proveedores de información electrónica. Dicho documento solicita el desarrollo de diferentes modelos para recuperar el costo de la producción de información electrónica, modelos que no impliquen la recuperación de gastos de inversión de parte de los proveedores en el corto plazo, que significaría la continuación de costos elevados para las bibliotecas. Asimismo, ICOLC solicitó a los proveedores separar el costo de las suscripciones a revistas electrónicas del costo de las suscripciones a las revistas de papel. (Actualmente muchas editoriales exigen que para tener acceso a revistas electrónicas, la biblioteca tiene que pagar el costo de las suscripciones en papel más 10%, 20%, 30% o hasta el 100%). ICOLC también indica que el costo de accesar revistas electrónicas debiera ser menor que el costo de la suscripción a la revista en papel. Además, ICOLC pide que los proveedores hagan un compromiso para guardar información electrónica de manera permanente.(18)
ICOLC también ha publicado lineamientos para medir el uso de información disponible por Internet(19) y lineamientos para negociar contratos con proveedores de sistemas automatizados e información electrónica.(20)
Estos comentarios sobre ICOLC señalan una nueva tendencia en la cooperación interbibliotecaria, así como la preocupación de parte de la comunidad bibliotecaria internacional en cuanto a la forma en que los proveedores están manejando el acceso a información electrónica.
4. Conclusiones
El primer período fuerte del establecimiento de consorcios y proyectos de cooperación interbibliotecaria para compartir recursos fue en los años 1960. El ritmo de crecimiento de consorcios se frenó en los años 1970 y 1980 cuando las bibliotecas se dedicaron a desarrollar proyectos de automatización y enfrentaron fuertes limitaciones en cuanto a sus posibilidades de adquirir más material, al no contar con un aumento en sus presupuestos durante el período en que el costo de material impreso, sobre todo revistas, sufrió una tasa de inflación de más del 10% por año, por más de una década.
En los años 1990, Internet y la World Wide Web facilitaron el acceso remoto a información. Este fenómeno promovió un resurgimiento en el crecimiento de los consorcios. Durante los últimos años las bibliotecas se han incorporado a diferentes consorcios con diferentes objetivos; de esta manera, las bibliotecas académicas de Estados Unidos, por ejemplo, participan con frecuencia en varios consorcios. A la vez, los mismos consorcios colaboran en la formación de megaconsorcios, que frecuentemente incluyen socios de muchos países. El crecimiento del número total de consorcios y el número de consorcios, en el cual participa cada biblioteca, responden a la necesidad de las bibliotecas de brindar acceso a más información en varios formatos y proporcionar más y mejores servicios, en un momento en que cuentan con presupuestos menores.
El aumento de la información electrónica y la tendencia de poder accesar más de esta información por la World Wide Web, facilita la formación de "bibliotecas virtuales", "bibliotecas digitales" y "bibliotecas sin muros". Este fenómeno permite que las bibliotecas respondan a la solicitud de parte de los usuarios de poder tener acceso a información desde cualquier parte a cualquier hora. Sin embargo, el costo de información electrónica sigue aumentando en un momento en que se está publicando más información en formatos impresos. Así es que las bibliotecas se ven obligadas a ofrecer acceso a información en formatos impresos y electrónicos pero sus presupuestos no lo permiten. A la vez, los presupuestos limitados de las bibliotecas están ocasionando una situación en la cual los acervos de las bibliotecas académicas se ven más y más similares, y hay menos posibilidades de contar con materiales más especializados, materiales de otros países y materiales únicos.
El consorcio es una forma de responder a esta situación que permite a las bibliotecas negociar con los proveedores para contar con grupos de bases de datos a un precio más económico por cada base de datos adquirida; aunque cada biblioteca tiende a gastar más, se cuenta con acceso a mucha más información. Asimismo, el consorcio facilita proyectos de préstamo interbibliotecarios y desarrollo cooperativo de colecciones, en los cuales cada biblioteca toma un papel en la creación de una colección virtual más grande y más rica.
Si las tendencias actuales persisten, habrá cada vez más consorcios y la idea de contar con una biblioteca universal o bibliotecas especializadas, que permitan accesar información de un tema especializado que se encuentra en bibliotecas en todas partes del mundo. Desde luego, si persiste esta tendencia, el papel del bibliotecólogo tendrá que cambiar mucho.
Sin embargo, hay muchos problemas por resolverse y la forma de solucionarlos definirá el futuro de nuestra carrera. ICOLC identifica claramente que hay problemas importantes en cuanto al costo de la información electrónica, derecho de autor y el archivo permanente de dicha información. Es claro que los proveedores de la información quieren limitar el acceso a la información y seguir elevando el costo de la misma. Esta situación, si es que prevalece, aumentará aún más las desigualdades que existen entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo. Si no queremos vivir en ese tipo de mundo, nosotros los bibliotecólogos tenemos que hablar con una sola voz a favor del derecho de acceso a la información de todos los pueblos.
Notas de pie de página
1. SHREEVES, Edward. "Is there a future for cooperative collection development ?, Library Trends. Winter, 1997, vol. 45, no. 3: 416.
2. GRAY POTTER, William. "Recent Trends in Statewide Academic Library Consortia", Library Trends. Winter 45, 1997, no. 3: 386.
3. Ibid., 375.
4. ALLEN, Barbara M. y Hirschon, Arnold "Hanging together to avoid hanging separately: opportunities for academic libraries and consortia", Information Technology and Libraries (March 1998) : 40.
5. Ibid., 40-41.
6. POTTER, 417-418.
7. SEAL, Robert A. "El proyecto de prueba de préstamo interbibliotecario entre México y Estados Unidos," Investigaciones Bibliotecológicas, vol. 4, no. 8, p. 29.
8. SEAL, Robert A. "The U.S. – Mexico Interlibrary Loan Project", Advances in Library Resource Sharing. 199, 2, p. 172.
9. SEAL, Robert A. y MATTES, Daniel. "El Préstamo interbibliotecario y el Foro Trinacional de Bibliotecas", En: Construyendo fuentes informativas; experiencias de cooperación entre México y EUA, compiladores Jesús LAU y Jesús CORTÉS. Ciudad Juárez, Chih. : Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 1998. p. 96.
10. Ibid.
11. LLULL, Harry et. al., "Building an information infrastructure with Ibero-America : The ISTEC Library Linkages Initiative". Lima, Perú : V Foro Permanente de Redes de América Latina y el Caribe. (Ver http://www.ekoko1.rep.net.pe/VFORO/memorias/ing/llull.htm.)
12. Ibid.
13. "OCLC serves libraries around the globe", ARL Bimonthly Report 1999, 206. (Ver http://arl.cni.org/newsltr/206/oclc.html.)
14. JAKUBS, Deborah. "The AAU/ARL Global Resources Program: both macrocosm and microcosm", ARL Bimontly Report 1999, 206. (Ver hffp://arl.cni.org/newsltr/206/oclc.html.)
15 .Ibid.
16. HAZEN, Dan. "The Latin Americanist Research Resources Project: a new direction for monographic cooperation", ARL Bimonthly Report 1997. (Ver http://arl.cni.org/newsltr/191/latin.html.)
17. JAKUBS, Deborah.
18. International Coalition of Library Consortia, "Statement of current perspective and preferred practices for the selecion and purchase of electronic information", Information Technology and Libraries 17, núm. 1 (March 1998) : 45-49 (Ver también http://www.library.yale.edu/consortia/statement.html.)
19. International Coalition of Library Consortia, "Guidelines for statistical measures of Web-based indexed, abstracted, and full-text resources", Information Technology and Libraries 18, núm. 3 (September 1999): 161-163.
20. International Coalition of Library Consortia, "Guidelines for technical issues in request for proposal requirements and contract negotations", Information Technology and Libraries 18, núm. 3 (September 1999) : 164-168.
Bibliografía
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