Bibl. Univ., Nueva �poca, Vol. III, No. 1, enero - junio del 2000

Cooperaci�n interbibliotecaria internacional : ejemplos actuales y expectativas para el futuro

Daniel Mattes

Universidad An�huac


1. Introducci�n

Durante miles de a�os, la biblioteca ha existido en diferentes formas como una instituci�n que responde a las necesidades de la sociedad de conservar los conocimientos y facilitar acceso a los mismos. Debido a la ya famosa "explosi�n de la informaci�n" y el desarrollo de nuevas tecnolog�as, la biblioteca sufri� cambios fundamentales en su operaci�n y organizaci�n durante el Siglo XX, sobre todo durante la segunda mitad de ese per�odo. No hay motivo para pensar que esos cambios han llegado a un fin. Al contrario, el aumento de la informaci�n disponible en formatos electr�nicos y a trav�s de la World Wide Web ha motivado a muchos dentro y fuera de la carrera bibliotecaria a preguntarse si la biblioteca tiene un futuro.

Sin embargo, en el mismo momento que surgen preguntas fundamentales sobre el futuro papel de la biblioteca y el bibliotec�logo, sigue aumentando la publicaci�n de libros y revistas impresos. En un art�culo sobre el desarrollo de colecciones en la �poca digital que se public� en 1997, Edward Shreeves observa que la mayor�a de las bibliotecas acad�micas todav�a gastan 90% o m�s de su presupuesto de adquisiciones en material impreso, material micro-filmado y formatos similares.(1) Nadie duda que esta situaci�n est� cambiando. Cada vez hay m�s bases de datos y cat�logos en l�nea disponibles por la World Wide Web; nuestros usuarios exigen tener acceso a esta informaci�n desde sus oficinas y hogares, y no �nicamente dentro de la biblioteca. Hay tambi�n cada vez m�s revistas electr�nicas e informaci�n disponible en formatos de multimedia. Asimismo, cada vez m�s alumnos participan en programas de educaci�n a distancia con el reclamo justo de tener acceso a la misma informaci�n que utilizan los alumnos presenciales. Sin embargo, �stos y otros fen�menos no deber�n verse como amenazas, sino como retos y oportunidades para crecimiento y mejoramiento.

Para poder cumplir con los requerimientos de sus usuarios, la cooperaci�n interbibliotecaria es una estrategia cada vez m�s importante. Sea por medio de arreglos informales o consorcios con metas bien definidas, las bibliotecas est�n utilizando la cooperaci�n interbibliotecaria m�s frecuentemente y m�s eficazmente para responder a las necesidades de sus usuarios. Esta cooperaci�n que anteriormente exist�a �nicamente a nivel local o regional, ahora funciona con mayor frecuencia a nivel internacional. En el presente estudio se hablar� sobre la naturaleza de los consorcios y se analizar�n unos ejemplos espec�ficos de cooperaci�n interbibliotecaria, tales como, el Grupo AMIGOS, el Programa de Pr�stamo Interbibliotecario Transfronterizo del Foro Transfronterizo de Bibliotecas, la Biblioteca Regional de Medicina (BIREME) que funciona desde Brasil, el Ibero-American Science and Technology Education Consortium (ISTEC), el On-Line Computer Library Center (OCLC), el Research Library Group (RLG) y el International Coalition of Library Consortia (ICOLC). Finalmente, se har�n algunos comentarios sobre lo que se puede esperar en el futuro en cuanto a la cooperaci�n interbibliotecaria.

2. Cooperaci�n interbibliotecaria

Las bibliotecas acad�micas tienen una historia larga de compartir recursos por medio de proyectos cooperativos. La idea b�sica que promueve este tipo de cooperaci�n es que un grupo de bibliotecas cuenta con m�s recursos que cualquier biblioteca individual puede tener. Cabe comentar, como indic� Potter, que hasta las bibliotecas chicas tienen materiales �nicos que enriquecen este tipo de cooperaci�n.(2) El aumento de la informaci�n disponible por la World Wide Web hace este tipo de cooperaci�n cada vez m�s pr�ctica.

Hay tres diferentes aspectos de la cooperaci�n interbibliotecaria para compartir recursos: el acceso bibliogr�fico, el pr�stamo interbibliotecario y el desarrollo cooperativo de colecciones. El acceso bibliogr�fico actualmente se refiere a la posibilidad de compartir informaci�n sobre los acervos de diferentes bibliotecas por medio de sistemas automatizados e Internet. El pr�stamo interbibliotecario y la entrega de documentos son aspectos fundamentales en la cooperaci�n interbibliotecaria. Potter coment� que es de conocimiento general que es indispensable contar con un sistema efectivo para entregar informaci�n para que un proyecto cooperativo sea exitoso.(3) El desarrollo cooperativo de colecciones permite que las bibliotecas como grupo cuenten con materiales sobre m�s �reas de conocimiento, as� como materiales m�s especializados. Sin embargo, no es tan f�cil realizar con �xito un proyecto cooperativo de desarrollo de colecciones, ya que frecuentemente hay conflictos entre las necesidades de las bibliotecas individuales y las necesidades del grupo.

Para compartir recursos, se han formado consorcios con diferentes tipos de organizaci�n. Allen y Hirshom dividen los consorcios que existen en E.U. en 4 grupos: Federaciones con una organizaci�n flexible y descentralizada; redes de bibliotecas de diferentes tipos y de diferentes estados geogr�ficos; federaciones con una organizaci�n bien definida y consorcios de bibliotecas de un estado de la Uni�n Americana con recursos financieros centralizados.(4) Los autores comentan que los 2 primeros tipos de consorcios normalmente no cuentan con tanto �xito debido a la falta de objetivos en com�n y una autoridad central; las federaciones con una organizaci�n bien definida y los consorcios de bibliotecas de un estado con recursos financieros centralizados cuentan con m�s �xito por contar con una autoridad central, personal que se dedica a coordinar las actividades del consorcio y objetivos comunes.(5)

Durante la �ltima d�cada, las nuevas tecnolog�as han promovido el aumento de consorcios de todos tipos, dando la posibilidad de compartir recursos de diferentes tipos al nivel local, estatal, regional o internacional. De hecho, frecuentemente una biblioteca participa en varios consorcios que tienen objetivos diferentes.(6) En las siguientes secciones estudiaremos varios grupos y consorcios que est�n utilizando las nuevas tecnolog�as para compartir recursos al nivel internacional.

3. Ejemplos de cooperaci�n interbibliotecaria

a. El Grupo AMIGOS

La Red de Cooperaci�n M�xico-Estados Unidos, conocido como el Grupo AMIGOS, es tal vez el programa de cooperaci�n interbibliotecaria m�s conocido en M�xico. Este programa empez� el 1� de septiembre de 1989 con un per�odo de prueba de 6 meses. Dentro de las bibliotecas mexicanas que iniciaron este programa se incluyen la de El Colegio de M�xico, la Universidad de las Am�ricas en Puebla, la Universidad Iberoamericana, el Instituto Tecnol�gico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Estado de M�xico, el Instituto Tecnol�gico Aut�nomo de M�xico, la Universidad Internacional, as� como, la Biblioteca Benjam�n Franklin. Entre las 21 bibliotecas norteamericanas que iniciaron este programa se incluyen las bibliotecas de la University of Texas at Austin, University of Arizona, Arizona State University, University of New Mexico, Texas A&M University y la University of Texas at El Paso.

Este programa se estableci� para facilitar el pr�stamo de libros, material microfilmado y art�culos de revistas entre bibliotecas de Estados Unidos y de M�xico. El programa tiene los siguientes prop�sitos:

"Promover y aumentar investigaciones acad�micas para facilitar el intercambio de informaci�n acad�mica entre los dos pa�ses", y "Mejorar la vinculaci�n entre las comunidades bibliotecarias y de investigaci�n en ambos pa�ses".(7)

La biblioteca de la University of Texas en El Paso (UTEP) coordina el programa en Estados Unidos.

Durante los cinco primeros a�os, la biblioteca del ITAM coordin� el programa en M�xico; la Biblioteca "Daniel Cos�o Villegas" de El Colegio de M�xico, ha coordinado el programa durante los �ltimos a�os. La Biblioteca Benjam�n Franklin apoya el programa con un servicio especial de correo.

La prueba piloto fue tan exitosa que en marzo de 1990 se recomend� que fuera un programa permanente en donde se incluyera el pr�stamo de materiales sobre las ciencias y la tecnolog�a, adem�s del material de las ciencias sociales y las humanidades.(8) En 1990, 4 bibliotecas norteamericanas se integraron al grupo. La biblioteca del Centro de Investigaci�n y Docencia Econ�micas (CIDE) y el Instituto de Investigaciones Hist�ricas "Dr. Jos� Ma. Luis Mora" se integraron posteriormente.

Este programa exitoso ha utilizado el fax y Ariel para facilitar el env�o de documentos. Asimismo, por medio de la biblioteca de la University of Texas en El Paso se ha podido localizar materiales por medio de la base de datos cooperativa de OCLC, el On-Line Computer Library Center. En recientes a�os el Grupo se ha apoyado con el acceso remoto a los cat�logos en l�nea que es posible por medio de Internet y la World Wide Web.

b. El foro transfronterizo de bibliotecas

Cabe mencionar un proyecto similar que se estableci� m�s recientemente para facilitar el pr�stamo interbibliotecario entre otro grupo de bibliotecas acad�micas mexicanas y bibliotecas acad�micas de Estados Unidos. Debido a las limitaciones en cuanto al crecimiento del Grupo AMIGOS, en el V y en el VI Foros Transfronterizos de Bibliotecas que se realizaron en la Ciudad de M�xico y en Tucson, respectivamente, varios bibliotecarios expresaron inter�s en formar un nuevo grupo para facilitar el pr�stamo interbibliotecario entre Estados Unidos y M�xico. En el VI Foro Transfronterizo de Bibliotecas, el Mtro. Robert Seal de Texas Christian University y el Mtro. Daniel Mattes de la Universidad An�huac, presentaron una "Propuesta para la Creaci�n de un Grupo de Trabajo sobre el Pr�stamo Interbibliotecario entre Estados Unidos y M�xico".(9) Con base en la respuesta positiva que se recibi� a dicha propuesta, el Mtro. Seal y el Mtro. Mattes presentaron el documento "Lineamientos recomendados para el pr�stamo interbibliotecario transfronterizo"(10) en el VII Foro Transfronterizo de Bibliotecas que se realiz� en Ciudad Ju�rez en 1997, se estableci� as� el Proyecto Piloto de Pr�stamo Interbibliotecario Transfronterizo entre M�xico y Estados Unidos. A trav�s de un proyecto que ahora es un programa permanente, 11 bibliotecas norteamericanas y 28 bibliotecas mexicanas prestan art�culos de revistas entre s� por medio de fax y el paquete Ariel.

c. BIREME, la biblioteca regional de medicina

Si la necesidad de contar con informaci�n actualizada es importante para alumnos y maestros universitarios, dicha necesidad es aun m�s imperiosa en el �mbito m�dico. Por lo mismo, las bibliotecas m�dicas frecuentemente se encuentran en la vanguardia en cuanto al uso de nuevas tecnolog�as y el establecimiento de mecanismos para compartir recursos.

En 1967 se estableci� la Biblioteca Regional de Medicina (BIREME), por medio de un convenio entre la Organizaci�n Panamericana de Salud (OPS) y el Gobierno de Brasil. (Posteriormente el nombre se cambi� al Centro Latinoamericano y del Caribe de Informaci�n en Ciencias de la Salud). BIREME tiene la misi�n de apoyar el mejoramiento de la ense�anza, investigaci�n y atenci�n a la salud en los pa�ses de Am�rica Latina y del Caribe, mediante el establecimiento y coordinaci�n del Sistema Latinoamericano y del Caribe de Informaci�n Cient�fica de la comunidad de profesionales de salud. (Ver http://www.bireme.br).

Entre otras labores, BIREME produce una serie de bases de datos. Tal vez la m�s conocida es LILACS, Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud. LILACS es una base de datos cooperativa del sistema BIREME que indiza publicaciones sobre ciencias de la salud que se han publicado en Am�rica Latina y el Caribe desde 1982. Indiza art�culos de cerca de 670 revistas, as� como tesis, cap�tulos de libros, memorias de conferencias, informes t�cnicos y publicaciones gubernamentales. Actualmente contiene m�s de 150,000 registros.

Desde abril de 1998 BIREME, en cooperaci�n con los Centros Coordinadores Nacionales de los diferentes pa�ses de la regi�n, ha estado trabajando en crear una Biblioteca Virtual en Salud. Las fuentes de informaci�n accesibles por la Biblioteca Virtual de Salud se generan, se actualizan, se almacenan y se operan en Internet por productores e intermediarios de modo descentralizado y obedeciendo metodolog�as com�nes para su integraci�n en la Biblioteca Virtual en Salud.

d. Ibero-American Science and Technology Education Consortium (ISTEC)

El acceso a informaci�n actualizada de los campos cient�ficos y t�cnicos es indispensable para el desarrollo de un pa�s. Proveedores de revistas electr�nicas y bases de datos han facilitado el acceso a dicha informaci�n, pero su costo elevado prohibe su acceso general de parte de las instituciones de educaci�n superior de muchos pa�ses.

El Ibero-American Science and Technology Education Consortium (ISTEC) se form� en 1990 para dar una soluci�n a �ste y otros problemas que enfrentan los pa�ses de Am�rica Latina. (Ver http://www.istec.org.) ISTEC actualmente cuenta con m�s de 50 socios, mismos que son principalmente universidades de Estados Unidos y 15 pa�ses latinoamericanos. La oficina central de ISTEC se encuentra en la Facultad de Ingenier�a de la University of New Mexico; tambi�n hay oficinas en la Universidad de Vigo (Espa�a) y la Universidade Estadual de Campinas en Brasil.

Las principales actividades de ISTEC se agrupan en los siguientes 4 proyectos:

1. Investigaci�n y desarrollo en el dise�o e instalaci�n de laboratorios;

2. Educaci�n continua;

3. "Los Libertadores", un proyecto para formar una red computacional que facilita la comunicaci�n entre investigadores, maestros, l�deres pol�ticos y cient�ficos.

4. Un proyecto que se llama "Library Linkages," o ligas interbibliotecarias, para apoyar actividades que permiten compartir informaci�n a nivel regional. (11)

Este �ltimo proyecto promueve la entrega de documentos sin costo por el paquete Ariel. Normalmente estos documentos son de los acervos de las bibliotecas de la University of New Mexico, o se consiguen por medio de las bases de datos de texto completo que tienen dichas bibliotecas; cabe comentar que en los �ltimos a�os se ha visto un aumento en el n�mero de documentos que facilitan las bibliotecas de otros socios.

Es importante se�alar que ISTEC es m�s que un proyecto de pr�stamo interbibliotecario, ya que tiene como objetivo promover el desarrollo regional. Asimismo, los socios de ISTEC esperan promover la indizaci�n de la literatura cient�fica latinoamericana de parte de los proveedores de Estados Unidos, Europa y el Lejano Oriente. (12)

e. OCLC, on-line Computer Library Center

Tal vez el proyecto de cooperaci�n interbibliotecaria m�s grande del mundo es oclc (Ver http://www.oclc.org.) Este consorcio se form� en 1967 para que las bibliotecas universitarias del estado norteamericano de Ohio pudieran compartir registros catalogr�ficos, pero pronto se integraron bibliotecas de otras partes de Estados Unidos e inclusive, de otros pa�ses, para participar en una serie de proyectos con objetivos que incluyen la entrega r�pida de documentos y el pr�stamo interbibliotecario automatizado.

Aqu� no se puede contar en detalle la ya conocida historia de OCLC, pero este estudio de cooperaci�n interbibliotecaria no ser�a completo sin mencionar este megaconsorcio. Para subrayar la importancia de oclc, basta mencionar algunas cifras. OCLC actualmente brinda servicio a m�s de 34,000 bibliotecas en 67 pa�ses y territorios. Aunque la mayor�a de estas bibliotecas son de Estados Unidos, m�s de 4,000 bibliotecas de otros pa�ses son socios. Las bibliotecas participantes a�aden 700,000 �tems a la base de datos catalogr�fica de OCLC semanalmente; asimismo, se a�aden 40,000 nuevos registros a dicha base de datos en el mismo per�odo.(13)

Cabe mencionar que hay un sinf�n de art�culos en las revistas profesionales de bibliotecolog�a sobre OCLC y su impacto en las bibliotecas, ya que oclc se ha mantenido en la vanguardia en cuanto al uso de nuevas tecnolog�as en las bibliotecas.

f. Association of research Libraries (ARL)

La Association of Research Libraries (ARL) agrupa 122 de las bibliotecas acad�micas m�s grandes de los Estados Unidos. (Ver http://arl.cni.org) Entre los muchos proyectos importantes que realiza este grupo, se incluyen proyectos para facilitar acceso a informaci�n no disponible en bibliotecas norteamericanas por medio del uso de las nuevas tecnolog�as. Para hacer posible este tipo de proyecto, la ARL ha fortalecido relaciones interbibliotecarias a nivel internacional.

El Global Resources Program es tal vez el esfuerzo m�s grande que ha realizado esta asociaci�n para facilitar acceso a informaci�n no disponible en bibliotecas norteamericanas. Las metas principales de este programa son los siguientes: Mejorar el acceso a fuentes de informaci�n extranjeras para investigadores y alumnos, especialmente por medio de organizaciones cooperativas que utilizan las nuevas tecnolog�as y ayudar a las bibliotecas a minimizar los costos que implica tener acceso a dichas fuentes de informaci�n. (14)

Como la publicaci�n de informaci�n en formatos impresos sigue aumentando, el Global Resources Program est� utilizando una serie de estrategias para brindar acceso a dicha informaci�n, incluyendo las siguientes:

� Proporcionar fondos para iniciar 6 proyectos regionales para brindar acceso a informaci�n de �frica, Alemania, Jap�n, Am�rica Latina, Asia del Sur y Asia del Sureste.

� Centralizar la informaci�n sobre convenios entre bibliotecas de la ARL y de otros pa�ses.

� Ayudar en crear nuevos modelos para reclutar y capacitar a especialistas en diferentes �reas geogr�ficas.(15)

El Latin Americanist Research Resources Project es un buen ejemplo de lo que se espera lograr con este Programa. 43 bibliotecas participan en el proyecto para facilitar el acceso a informaci�n latinoamericana. Para poder contar con informaci�n m�s especializada de Am�rica Latina, se pide que las bibliotecas participantes reasignen $3,000.00 d�lares � 7% de su presupuesto para la adquisici�n de material latinoamericano para fortalecer un �rea ya de inter�s especial de la instituci�n. Con esto se espera que las bibliotecas participantes eviten m�s duplicidad en la adquisici�n de material latino-americano y que cuenten con informaci�n m�s especializada y variada.(16)

Otro aspecto del proyecto para facilitar acceso a informaci�n que se publica en Am�rica Latina, es un proyecto para digitalizar las tablas de contenidos de revistas acad�micas que se publican en Am�rica Latina y que no se indizan en bases de datos ya existentes. Adem�s de poder realizar b�squedas en este sistema, los investigadores tambi�n pueden solicitar en l�nea el material en pr�stamo interbibliotecario, mismo que les llegar� por el paquete Ariel.(17)

Estos breves comentarios sirven para dar una idea de c�mo las nuevas tecnolog�as facilitan el acceso a informaci�n sin tomar en cuenta su ubicaci�n geogr�fica.

g. International Association of Library Consortia (ICOLC)

Este �ltimo grupo es un ejemplo de la tendencia actual de formar megaconsorcios. La International Association of Library Consortia (ICOLC) se estableci� en 1997 y al principio ten�a el nombre Consortium of Consortia (COC). (Ver http://www.library.yale.edu/consortia/). A mediados de 1998, ICOLC contaba con 79 socios que representan consorcios de bibliotecas de Estados Unidos, el Reino Unido, Holanda, Australia, Canad�, Israel, China, Dinamarca, �frica del Sur, Grecia, Italia, Suecia, B�lgica, Nueva Zelanda y otros pa�ses.

Los consorcios que son integrantes de ICOLC, han tomado un inter�s especial en tratar de limitar el costo de informaci�n disponible en formatos electr�nicos. En marzo de 1998 ICOLC public� una declaraci�n en la que se indican los factores que deben de tomar en cuenta las bibliotecas al adquirir informaci�n en formatos electr�nicos y se aclara lo que las bibliotecas esperan de los proveedores de informaci�n electr�nica. Dicho documento solicita el desarrollo de diferentes modelos para recuperar el costo de la producci�n de informaci�n electr�nica, modelos que no impliquen la recuperaci�n de gastos de inversi�n de parte de los proveedores en el corto plazo, que significar�a la continuaci�n de costos elevados para las bibliotecas. Asimismo, ICOLC solicit� a los proveedores separar el costo de las suscripciones a revistas electr�nicas del costo de las suscripciones a las revistas de papel. (Actualmente muchas editoriales exigen que para tener acceso a revistas electr�nicas, la biblioteca tiene que pagar el costo de las suscripciones en papel m�s 10%, 20%, 30% o hasta el 100%). ICOLC tambi�n indica que el costo de accesar revistas electr�nicas debiera ser menor que el costo de la suscripci�n a la revista en papel. Adem�s, ICOLC pide que los proveedores hagan un compromiso para guardar informaci�n electr�nica de manera permanente.(18)

ICOLC tambi�n ha publicado lineamientos para medir el uso de informaci�n disponible por Internet(19) y lineamientos para negociar contratos con proveedores de sistemas automatizados e informaci�n electr�nica.(20)

Estos comentarios sobre ICOLC se�alan una nueva tendencia en la cooperaci�n interbibliotecaria, as� como la preocupaci�n de parte de la comunidad bibliotecaria internacional en cuanto a la forma en que los proveedores est�n manejando el acceso a informaci�n electr�nica.

4. Conclusiones

El primer per�odo fuerte del establecimiento de consorcios y proyectos de cooperaci�n interbibliotecaria para compartir recursos fue en los a�os 1960. El ritmo de crecimiento de consorcios se fren� en los a�os 1970 y 1980 cuando las bibliotecas se dedicaron a desarrollar proyectos de automatizaci�n y enfrentaron fuertes limitaciones en cuanto a sus posibilidades de adquirir m�s material, al no contar con un aumento en sus presupuestos durante el per�odo en que el costo de material impreso, sobre todo revistas, sufri� una tasa de inflaci�n de m�s del 10% por a�o, por m�s de una d�cada.

En los a�os 1990, Internet y la World Wide Web facilitaron el acceso remoto a informaci�n. Este fen�meno promovi� un resurgimiento en el crecimiento de los consorcios. Durante los �ltimos a�os las bibliotecas se han incorporado a diferentes consorcios con diferentes objetivos; de esta manera, las bibliotecas acad�micas de Estados Unidos, por ejemplo, participan con frecuencia en varios consorcios. A la vez, los mismos consorcios colaboran en la formaci�n de megaconsorcios, que frecuentemente incluyen socios de muchos pa�ses. El crecimiento del n�mero total de consorcios y el n�mero de consorcios, en el cual participa cada biblioteca, responden a la necesidad de las bibliotecas de brindar acceso a m�s informaci�n en varios formatos y proporcionar m�s y mejores servicios, en un momento en que cuentan con presupuestos menores.

El aumento de la informaci�n electr�nica y la tendencia de poder accesar m�s de esta informaci�n por la World Wide Web, facilita la formaci�n de "bibliotecas virtuales", "bibliotecas digitales" y "bibliotecas sin muros". Este fen�meno permite que las bibliotecas respondan a la solicitud de parte de los usuarios de poder tener acceso a informaci�n desde cualquier parte a cualquier hora. Sin embargo, el costo de informaci�n electr�nica sigue aumentando en un momento en que se est� publicando m�s informaci�n en formatos impresos. As� es que las bibliotecas se ven obligadas a ofrecer acceso a informaci�n en formatos impresos y electr�nicos pero sus presupuestos no lo permiten. A la vez, los presupuestos limitados de las bibliotecas est�n ocasionando una situaci�n en la cual los acervos de las bibliotecas acad�micas se ven m�s y m�s similares, y hay menos posibilidades de contar con materiales m�s especializados, materiales de otros pa�ses y materiales �nicos.

El consorcio es una forma de responder a esta situaci�n que permite a las bibliotecas negociar con los proveedores para contar con grupos de bases de datos a un precio m�s econ�mico por cada base de datos adquirida; aunque cada biblioteca tiende a gastar m�s, se cuenta con acceso a mucha m�s informaci�n. Asimismo, el consorcio facilita proyectos de pr�stamo interbibliotecarios y desarrollo cooperativo de colecciones, en los cuales cada biblioteca toma un papel en la creaci�n de una colecci�n virtual m�s grande y m�s rica.

Si las tendencias actuales persisten, habr� cada vez m�s consorcios y la idea de contar con una biblioteca universal o bibliotecas especializadas, que permitan accesar informaci�n de un tema especializado que se encuentra en bibliotecas en todas partes del mundo. Desde luego, si persiste esta tendencia, el papel del bibliotec�logo tendr� que cambiar mucho.

Sin embargo, hay muchos problemas por resolverse y la forma de solucionarlos definir� el futuro de nuestra carrera. ICOLC identifica claramente que hay problemas importantes en cuanto al costo de la informaci�n electr�nica, derecho de autor y el archivo permanente de dicha informaci�n. Es claro que los proveedores de la informaci�n quieren limitar el acceso a la informaci�n y seguir elevando el costo de la misma. Esta situaci�n, si es que prevalece, aumentar� a�n m�s las desigualdades que existen entre los pa�ses desarrollados y los pa�ses en v�as de desarrollo. Si no queremos vivir en ese tipo de mundo, nosotros los bibliotec�logos tenemos que hablar con una sola voz a favor del derecho de acceso a la informaci�n de todos los pueblos.


Notas de pie de p�gina

1. SHREEVES, Edward.  "Is there a future for cooperative collection development ?, Library Trends. Winter, 1997, vol. 45, no. 3: 416.

2. GRAY POTTER, William.  "Recent Trends in Statewide Academic Library Consortia", Library Trends. Winter 45, 1997,  no. 3: 386.

3. Ibid., 375.

4. ALLEN, Barbara M. y Hirschon, Arnold "Hanging together to avoid hanging separately: opportunities for academic libraries and consortia", Information Technology and Libraries (March 1998) : 40.

5. Ibid., 40-41.

6. POTTER, 417-418.

7. SEAL, Robert A.  "El proyecto de prueba de pr�stamo interbibliotecario entre M�xico y Estados Unidos," Investigaciones Bibliotecol�gicas, vol. 4, no. 8, p. 29.

8. SEAL, Robert A. "The U.S. � Mexico Interlibrary Loan Project", Advances in Library Resource Sharing. 199, 2,  p. 172.

9. SEAL, Robert A. y MATTES, Daniel. "El Pr�stamo interbibliotecario y el Foro Trinacional de Bibliotecas", En: Construyendo fuentes informativas; experiencias de cooperaci�n entre M�xico y EUA, compiladores Jes�s LAU y Jes�s CORT�S. Ciudad Ju�rez, Chih. : Universidad Aut�noma de Ciudad Ju�rez, 1998. p. 96.

10. Ibid.

11. LLULL, Harry  et. al., "Building an information infrastructure with Ibero-America : The ISTEC Library Linkages Initiative". Lima, Per� : V Foro Permanente de Redes de Am�rica Latina y el Caribe. (Ver http://www.ekoko1.rep.net.pe/VFORO/memorias/ing/llull.htm.)

12. Ibid.

13. "OCLC serves libraries around the globe", ARL Bimonthly Report 1999, 206. (Ver http://arl.cni.org/newsltr/206/oclc.html.)

14. JAKUBS, Deborah.  "The AAU/ARL Global Resources Program: both macrocosm and microcosm", ARL Bimontly Report 1999, 206. (Ver hffp://arl.cni.org/newsltr/206/oclc.html.)

15 .Ibid.

16. HAZEN, Dan.  "The Latin Americanist Research Resources Project: a new direction for monographic cooperation", ARL Bimonthly Report 1997. (Ver http://arl.cni.org/newsltr/191/latin.html.)

17. JAKUBS, Deborah.

18. International Coalition of Library Consortia, "Statement of current perspective and preferred practices for the selecion and purchase of electronic information", Information Technology and Libraries 17, n�m. 1 (March 1998) : 45-49 (Ver tambi�n http://www.library.yale.edu/consortia/statement.html.)

19. International Coalition of Library Consortia, "Guidelines for statistical measures of Web-based indexed, abstracted, and full-text resources", Information Technology and Libraries 18, n�m. 3 (September 1999): 161-163.

20. International Coalition of Library Consortia, "Guidelines for technical issues in request for proposal requirements and contract negotations", Information Technology and Libraries 18, n�m. 3 (September 1999) : 164-168.


Bibliograf�a

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