*En sus crónicas retrató todo tipo de acontecimientos y movimientos surgidos de la sociedad civil

Nadie mejor para contar la historia de juventud de Carlos Monsiváis, que su prima Beatriz Sánchez Monsiváis, quien comenzó diciendo que no fue un niño como los demás, porque pedía que le compraran libros y no juguetes. Al decir esto su rostro se llenó con una gran sonrisa, como si la imagen de su entrañable primo se hubiera hecho presente. Quizá esa fue una de las razones por la que ”Monsi”, como le decían de cariño, se inclinó por las letras, pues estudió Economía pero no terminó la carrera, porque le apasionó la literatura, añadió Beatriz. Lo anterior, a propósito de la Mesa Redonda “Monsi universitario”, organizada por la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM el pasado 4 de junio del presente.

De izq. a der.: Evelio Álvarez Sanabria, Beatriz Sánchez Monsiváis, Alejandro Brito y Henoc de Santiago
De izq. a der.: Evelio Álvarez Sanabria, Beatriz Sánchez Monsiváis, Alejandro Brito y Henoc de Santiago

 

Al adentrarse en sus recuerdos, Beatriz Sánchez indicó que algo que no soportaba Carlos era la injusticia con la que se trataba a las personas, y no sólo eso, el abuso de los más fuertes sobre los más débiles, incluso el crimen artero de los que actúan con impunidad. Lo anterior se refleja en sus escritos, pues solía abordar una amplia temática como los derechos humanos, la sociología, la política, el feminismo, la homosexualidad, el arte o el fútbol, entre muchos más. Esto lo alternaba con su activismo social, él pensaba que para poder escribir sobre algún tema habría que acudir al lugar de los hechos.

En otras ocasiones “el hecho acudía a su casa”, porque ahí se daban cita los protagonistas de muchos acontecimientos. Ahí, justo en el afamado barrio de Portales, lo mismo se vio circular a grandes personalidades que a personas de extracto muy humilde, todos por igual tenían el mismo valor social.

Otro tema del que escribió y habló de forma reiterada este ilustre personaje fue sobre la importancia de la universidad pública. Él no concebía al Estado sin esta trascendental institución educativa; de hecho, hizo fuertes críticas a los expresidentes Fox y Calderón por su falta de apoyo a dichas entidades. Que en la opinión de la mayoría de las personas son los centros más destacados de producción intelectual, y como puntero destaca la UNAM. De ahí el título de la mesa, porque realmente se ponía la camiseta universitaria.

Por último, Sánchez Monsiváis añadió que -en sus crónicas- Carlos retrató todo tipo de acontecimientos y movimientos surgidos de la sociedad civil; de igual modo escribió sobre el caos social y político de nuestro país, o del fuerte terremoto que sacudió a la Ciudad de México en 1985, y hasta de la Copa Mundial de Fútbol de 1986.

Más tarde, Evelio Álvarez Sanabria, responsable del área de colecciones del Museo del Estanquillo, narró la forma como conoció a Monsiváis, y de la invitación que le hicieron para participar en el proyecto del museo, específicamente para trabajar en el registro de obra, de la gran colección de objetos que adquirió el maestro Monsiváis a lo largo de su vida; aproximadamente se tiene un conteo de unas 20,000 piezas, entre las que destacan fotografías, maquetas, grabados, dibujos, miniaturas y litografías, realizados por destacados artistas como Francisco Toledo, amigo entrañable de Monsi. Esta afición se sumó a la contribución de este destacado personaje de la actividad literaria mexicana, preocupado por la promoción de la cultura popular mexicana. En el caso de la colección fotográfica, es una de las más extensas y completas. Se trata de un acervo histórico, realmente valioso que abarca un gran periodo del acontecer mexicano.

De hecho, una pequeña muestra que alberga el Museo fue prestada para que se realizara una exposición itinerante titulada “Que se abra esa puerta: sexualidad, sensualidad y erotismo”, en la Sala de Literatura de la Planta Principal de la Biblioteca Central de la UNAM, bajo la responsabilidad de las autoridades de la Dirección General de Bibliotecas, como la doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva, directora general, y la maestra Verónica Soria Ramírez, subdirectora de Servicios Bibliotecarios.

Inauguración y visita guiada a la exposición itinerante titulada “Que se abra esa puerta: sexualidad, sensualidad y erotismo”, en la Sala de Literatura de la Planta Principal de la Biblioteca Central de la UNAM.
Inauguración y visita guiada a la exposición itinerante titulada “Que se abra esa puerta: sexualidad, sensualidad y erotismo”, en la Sala de Literatura de la Planta Principal de la Biblioteca Central de la UNAM.

 

También, se contó con la presencia de Alejandro Brito, director general de la organización civil Letra S, Sida, Cultura y Vida, A.C, quien comentó que en algo se parecía a Monsiváis, pues él también dejó trunca la carrera de Economía, y que también, curiosamente, lo conoció en apoyo a una marcha de electricistas democráticos hacia la década de los 80’s. Alejandro, al igual que muchas personas, se formó con el trabajo literario de Monsiváis, aunque a Carlos no le agradaba que lo identificaran de esa forma. Muy a pesar de ello, Alejandro Brito indicó que en su caso tuvo la fortuna de transcribir sus textos, lo cual significó haberse formado con uno de los mejores.

De esta forma Monsi fue un personaje muy admirado, porque no solamente era muy estricto con él mismo, revisaba una y otra vez lo que escribía, también contaba con un espíritu muy curioso, lo mismo se le veía asistir a un teatro de revista que al Palacio de Bellas Artes.

Gran parte de su trabajo lo publicó en periódicos, revistas y suplementos; también fue editorialista de varios medios de comunicación, pero su crónica es especial pues tenía la finalidad de mostrar la historia del país. Y gracias a su gran capacidad de coleccionar objetos, hoy se puede hacer un recorrido visual de ellos en tan singular museo.

Por último, cabe señalar que otras de sus grandes pasiones del gran maestro Carlos Monsiváis fueron los gatos; se tienen contabilizados aproximadamente 13, y uno de ellos lo nombró “Monja desmantecada”, los cuales se paseaban a lo largo y ancho de su casa. A este respecto, los médicos que lo atendieron durante el periodo que duró su enfermedad (fibrosis pulmonar) señalaron que nada tuvo que ver en ella la convivencia con sus felinos, otras circunstancias ajenas fueron la causa de su muerte.

Al final del evento se invitó a los asistentes a recorrer la exposición, la cual fue explicada por el propio director del Museo, el licenciado Henoc de Santiago, quien se dijo complacido de que la universidad más importante del país difunda una parte del acervo de Monsiváis, aproximadamente unas cincuenta piezas. La exposición permanecerá abierta al público hasta el 27 de junio del presente año.

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Nota: María del Rosario Rodríguez León
Fotos: Julio Zetter Leal