*La DGB y la Facultad de Arquitectura organizaron el evento

La obra del escultor Jorge Marín habla por sí misma, la perfección de los cuerpos alados refleja el trabajo virtuoso de las manos que los esculpieron, así como los bustos con los rostros desfigurados y los cuerpos que dejan ver la virilidad, en ocasiones ligeramente oculta, en otras más a plenitud, como el título del libro sobre su obra que se presentó en las instalaciones de la Facultad de Arquitectura (FA) Bronce en plenitud.

Para recibir a tan distinguido artista, la directora general de Bibliotecas, doctora Elsa Ramírez Leyva, agradeció tan noble gesto, no sólo por presentar en las instalaciones universitarias una edición donde se muestra una cuidadosa selección de su obra escultórica -porque también es pintor-, sino porque obsequió su libro a los asistentes de la presentación.

De personalidad afable, Jorge nació en Uruapan, Michoacán, al igual que su hermano Javier Marín, también escultor reconocido, ambos herederos de un gran don, hijos de un arquitecto que los influyó y condujo por el camino del arte. Su carrera universitaria la realizó en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, ahora Facultad de Artes y Diseño, y de ahí se siguió de filo para conquistar el mundo con la creación de sus alas, máscaras, balsas, caballos, centauros, niños, madonas y acróbatas, entre otros personajes, que cobran vida imaginaria gracias a su gran creatividad.

Por otro lado, en los rostros de los invitados se notaba gran emoción al presentar tan magnífica obra. Para la moderación del evento, el director de la FA, arquitecto Marcos Mazari Hiriart, antes de ceder la palabra a la doctora Ramírez Leyva, dijo que se sentía muy complacido de albergar a un artista de talla internacional, del cual se pueden encontrar sus esculturas en calles, avenidas y plazas de México, así como en otros lugares del mundo. Y justamente, en las instalaciones universitarias se presenta la obra impresa de Jorge Marín, al abrigo de la Biblioteca “Lino Picaseño”, porque a través de su trabajo se habla de la apreciación del ser humano y el entendimiento de la expresividad.

En su momento, la doctora Elsa Ramírez indicó que con este tipo de eventos se pretende transformar los espacios de las bibliotecas en ambientes culturales colaborativos y de aprendizaje, para que se pueda establecer un diálogo cultural con los usuarios. Un espacio en el que los libros de arte puedan ser disfrutados por quienes los consultan, y así poder dar rienda suelta a los sentidos, por ejemplo al observar las imágenes, al percibir el aroma de la tinta, o al escuchar el pasar de las hojas de los impresos.

Posteriormente, la escritora Sandra Lorenzano, en su presentación dijo que cada libro cuenta una historia y en este caso Jorge Marín, con la sensibilidad que lo caracteriza, puede tomar los elementos como el fuego, el aire y la tierra para luego constituir un universo. Y con la vasta cultura que posee transforma sus ideas en obras de arte. Obras que hablan de nuestras tradiciones y que al mismo tiempo dialogan con la tradición latinoamericana y universal. En cuanto a su propio universo, éste está poblado por grandes alas que intentan ser parte de nuestra identidad, pues baste ver como las personas cuando circulan por la Avenida Reforma de la Ciudad de México no pierden la oportunidad de tomarse una fotografía junto a las esculturas y así poder sentir que esas alas son parte de sus cuerpos.

Por su parte, la maestra Alesha Mercado dijo que el arte es algo central en toda persona y como ciudadanos establecemos una especie de diálogo con las obras, o simplemente las ignoramos y dejamos que mueran en el olvido. Pero en el caso de la obra escultórica de Jorge Marín la gente se ha apropiado de ella, entre otras razones debido a que se le encuentra en espacios públicos de diversas partes del país, porque justamente la idea es llegar al mayor número de personas sin la necesidad de que tengan que desplazarse muy lejos para poderlas disfrutar y admirar el tiempo que deseen.

Alesha añadió que las obras tienen un doble sentido: embellecer el entorno urbano y convertirse en referentes sociales, pues el maestro Marín es un artista capaz de visualizar el futuro e imaginar varias posibilidades al abrir la puerta a otras realidades. Con sus creaciones logra que las historias se multipliquen, porque solamente a través del arte se tiene esta posibilidad.

En su participación, la maestra Elena Catalán indicó que detrás del bello ejemplar que se presenta está un gran equipo de trabajo, que se dio a la tarea de seleccionar las imágenes, conformar los textos y la curaduría, entre otras complejas actividades. No sin contar que con este tipo de proyectos se adquiere una gran responsabilidad porque se irrumpe en la cotidianeidad de los espacios públicos.

Pero al final de todo, se logró el objetivo de que la obra establezca un diálogo, o una especie de conexión, para provocar en el espectador una serie de emociones, porque no es solamente una obra estática, sino se convierte en protagonista de una determinada historia.

Por último, Javier Villaseñor, responsable de la curaduría de la obra, indicó que el libro contiene una parte física pero también contiene una parte abstracta que permite ordenar el universo que plantea el autor, y en su particular interpretación es una forma de contar una historia a partir de su creación, la cual está ubicada en un espacio público donde ocurre la vida cotidiana, donde la sociedad intercambia o conjunta intereses.

Al final del evento, el maestro Jorge Marín agradeció a todos los presentadores las halagadoras palabras que le dedicaron en esta nueva empresa, así como a su equipo de trabajo, a los directivos universitarios y al público asistente.

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Reseña: Ma. del Rosario Rodríguez León
Fotos: Julio Zetter Leal