*Se realizó una narración oral escénica en el marco del programa de los festejos del 60 aniversario de la BC, y 50 de la DGB

Si no, resulta fácil llevar a cabo una narración oral escénica sobre erotismo y literatura para hacerlo con una alta dosis de humor, se necesita algo más que buena intención, también se requiere del dominio del tema, mucho ingenio y habilidad teatral. Pero, llevar a cabo esta actividad por personas de la tercera edad es realmente enriquecedor para nuestra comunidad universitaria.

'Erotica...mente: simples mortales.' Narración oral escénica

En este sentido, la directora general de Bibliotecas de la UNAM, doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva, indicó que resulta muy gratificante para la DGB contar con la presencia de las abuelas narradoras Eva Beatriz Ruiz y Blanca Leyva, ambas del Programa abuelos lectores y cuentacuentos, quienes con sus narraciones en Erótica… mente: simples mortales, incitaron al público presente a conectar la mente con la emoción, y a navegar entre ambas dimensiones.

El momento de la presentación fue muy oportuno pues se realizó el día 14 de febrero, mejor conocido como Día de San Valentín, cuando las parejas y los amigos expresan sus sentimientos de amor y cariño por los demás. Y como comúnmente se dice que para el amor no existe edad, entonces la senectud no tiene que ser un impedimento para disfrutar el amor, al igual que lo hace la juventud, claro está que con la tranquilidad que dan los años.

En un principio la adaptación literaria parecía cargada de un sentimiento sublime, pero conforme fue avanzando la narrativa de las obras presentadas fue subiendo el tono hasta llegar a un momento candente, pícaro y cargado de doble sentido. Eva Ruiz parecía un poco más moderada con la lectura de la poesía Hallazgo, el cuento Los amorosos callan y el fragmento Morir es nada, su voz fue más dulce, su escenificación más tenue, al igual que su personalidad.

El timbre de su voz pretendía ser arrebatado pero al mismo tiempo mojigato, al igual que los personajes que escenificó, mujeres que se dejan seducir pero argumentan que son casadas y es indebido e inmoral relacionarse con otros hombres; o pequeñas niñas que sueñan con el momento en que disfruten del arrebato de la pasión carnal, y que llegado el momento de su madurez sexual consolidan todo el deseo reprimido.

Pero cuando toco el turno a Blanca Leyva, con la soltura de sus palabras , la cadencia de las caderas, las manos traviesas que tocan ciertas partes del cuerpo sin ruborizarse y el doble sentido del albur que deja entrever las intenciones sexuales, habló de la relación sentimental que mantuvo un ex presidente de México con una cantante muy controvertida de ese momento; también se refirió al afamado Centauro del Norte, que contrajo nupcias con una joven que conquistó su corazón de entre muchas otras mujeres con las que se relacionó, así mismo narró el fragmento de Una monja llamada Sor Juana.

Todas sus escenificaciones fueron intensas y ninguno de los tres personajes escapó de la sátira. La manera en que contó las historias y sus pícaros gestos y modales arrancaron largas carcajadas a los asistentes. Sobre todo cuando se refirió a Pancho Villa, macho enjundioso y bien bragado, como es bien sabido, y cuando se dijeron algunas cosas sobre sus dotes masculinas se escuchó una risa estruendosa; fue inevitable pues la descripción fue muy detallada y cómica.

Finalmente, Eva y Blanca contaron cuentos brevísimos tomados de aquí y de allá, envueltos con la clásica picardía mexicana. Esta particular manera de contar las historias es una forma de aventurarse en los anchos caminos de la lectura y dar rienda suelta a la imaginación con un gran sentido del humor. Y quién mejor que las queridas abuelas, que se han despojado de esa imagen de ternura maternal para mostrar una personalidad jovial y una gran capacidad de disfrutar de la vida.

El público también entró en escena, pues las abuelas narradoras lo invitaron a cantar y bailar para amenizar las historias, en su mayoría eran personas de la tercera edad que disfrutaron en grande como “simples mortales”, pero al igual que los niños se entregaron al placer de reír sin parar.

El evento se realizó en el marco del programa de los festejos del 60 aniversario de la BC y del 50 de la DGB, el pasado 14 de febrero de 2017 en la entrada sur de la Biblioteca Central.

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Nota: María del Rosario Rodríguez León
Fotos: Julio Zetter Leal